La presentación comenzó con un video de ambientación, tras las bonitas palabras del escritor Pablo Sabalza, que inauguraban la noche.
María Dolores Hernández Lantigua me hizo sentir grande y pequeño al mismo tiempo. Sus palabras, tan bonitas y tan bien escogidas, me llenaron de orgullo; y la facilidad, la maestría con la que hablaba, con la que se expresaba, me hicieron sentir un aprendiz (un aprendiz feliz). Mil gracias, Lola, por acompañarme, por la ilusión sin límites que viertes en la saga, por la amistad que me has regalado.
Por mi parte, no hice más que expresar lo que he sentido estos últimos meses, desde que se publicó LA PUERTA. También hablamos de todo lo que ha rodeado a la publicación de HOLOCAUSTO.
Y, una vez más, cerramos nosotros las puertas del centro, sumergidos en un ambiente fantástico, irrepetible.
Gracias a todos lo que asistieron, y dieron sentido al acto.
Aquí acaba y aquí comienza la aventura.
Un fuerte abrazo.
Las imágenes que tengo las he robado a los asistentes, porque mi fotógrafo tuvo un pequeño problema, je.
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